lunes, 23 de abril de 2012

Bar "Refusados"

- La cosa no ha mejorado mucho desde que te fuiste.

- Tengo esperanzas. Aun todo lo que ha pasado aquí, creo que todo puede ser como antes.

- Antes el bar te cegó los ojos. Te creaste tu propia burbuja y lo cambiaste todo.

- Algunas cosas han cambiado a mejor. Solo quiero conservar los buenos cambios y destrozar los otros. Nada más. No pienso volver a crear mi vida en este maldito lugar.

- ¿Estas seguro que quieres entrar?

- Por supuesto.

"N" entra. La cantidad de humo de tabaco demuestra que sigue la confianza que se tienen unos con otros. Pero el ambiente que se respira no es el mismo de siempre. Todos miran a "N". Intentan mostrar indiferencia, pero los ojos lo revelan todo. Unos están dolidos, otros pensativos, pocos están alegres. Desgraciadamente el dolor que "N" causó ha dejado mucha marca. Un chico entra justó al sentarse "N". 


¡Buenas! Buscaba un sitio donde tomar algo. 



Vaya, "N", ¿ya nos traes más problemas? ¿no tuviste suficiente con "tu amiguito"?

- No sé quien es este, no viene conmigo.

- Ya, claro. ¿Me chupo el dedo? Nadie te quiere aquí dentro.

- Perdón, si acaso ya buscó otro bar.

- No, tranquilo, es que estamos un poco afectados. ¿Como te llamas?

- Error.

- Vaya nombre. Siéntate.

- ¡Pero que haces! ¿No ves que nos traerá problemas?

- ¿No podrías callar, confiar en "N" y dejar que disfrute nuestro invitado?

- ¡Idiotas, me largo de aquí!

Se larga del bar. Todos están en silencio. "N" coge su cigarrillo, pero ya no se encuentra cómodo.



- ¿Quieres?



Claro, gracias. ¿Me podrías traer una copa de vino?


- Vienes muy confiado. "N", tu lo conoces, lo has traído tu.

- Piensa lo que quieras.

En el otro lado del bar dos hermanos se miran la escena. Sentada en el suelo a su lado, una dama no sabe que pensar. Se respira la tensión. "N" coge su chaqueta y se larga sin despedirse.



- ¿Que tal ha ido?

- La misma mierda de siempre.




No hay comentarios:

Publicar un comentario